martes, 28 de octubre de 2008

Ortografia y Gramática

MANUAL BASICO DE ORTOGRAFIA


1. Tildes

Agudas (acento en la última sílaba) cuando terminan en vocal, n /s.
Graves (acento en la penúltima sílaba), cuando no terminan en vocal ni en n / s.
Esdrújulas (acento en la antepenúltima sílaba) siempre.
Sobresdrújulas(acento en la trasantepenúltima sílaba) siempre.
Mayúsculas, van tildadas cuando les corresponde.
Hiato, diptongos, triptongos: consultar manual “Ortografía pdf” en http://www.rae.es/

Monosílabos, algunas excepciones van con tilde para diferenciarse:

Monosílabos homónimos

Se tildan

  • dé (verbo)
  • él (pronombre)
  • más (adverbio de cantidad o sustantivo)
  • mí (pronombre personal o nota musical)
  • sé (verbos saber o ser)
  • sí (adverbio afirmativo o nota musical; pronombre personal)
  • té (sustantivo)
  • tú (pronombre personal)

No se tildan

  • de (preposición)
  • el (artículo)
  • mas (conjunción adversativa)
  • mi (adjetivo posesivo)
  • se (pronombre reflexivo)
  • si (conjunción condicional)
  • te (pronombre personal)
  • tu (adjetivo posesivo)

2. Mayúsculas

  • Nombres propios tienen mayúscula inicial. (Los nombres de grupos musicales se entienden como nombres propios)
  • Nombres de etnias (etnónimos) según la Academia, no tienen; pero a petición de los grupos étnicos se pone mayúscula inicial.
  • Los géneros musicales en otro idioma van en itálica y minúscula inicial: rock, blues jazz.
  • Los cargos sólo tienen mayúscula en inicio de frase; si son cargos altos como Presidente o Ministro, tienen mayúscula inicial si no van sucedidos del nombre propio del personaje.
  • Don y doña van en minúscula, a no ser que vayan después de un punto. Don Luis. Sus abreviatura tienen mayúscula D. D.a
  • El pronombre usted va en minúscula, su abreviatura Ud. va con mayúscula.
  • Títulos de obras, películas, documentales, pinturas, libros, series, tienen la primera letra de la frase en mayúscula inicial, y el resto en minúscula, exceptuando nombres propios.
  • Eventos, instituciones, proyectos, programas, planes, grupos, lugares, regiones, pueblos, tienen mayúscula inicial en sustantivos y adjetivos.
  • Las palabras ley, decretos, programa o proyecto van en minúscula, a menos que estén al inicio de frase o que vayan acompañadas de números: Ley 32, Decreto 720.
  • Años, meses, días, estaciones, notas musicales, gentilicios y nombres de idiomas tienen minúscula inicial.
  • Gobierno, Nación, Estado y Administración Pública van en mayúscula únicamente cuando se refieren al conjunto de los ministros y entidades de un Estado. La palabra patria se escribe con minúscula.
  • La Primera y Segunda Guerra Mundial, se escriben con mayúscula inicial. Las otras guerras llevan minúscula. Para las revoluciones la palabra Revolución lleva mayúscula y el adjetivo minúscula: Revolución mexicana.
3. Reglas de puntuación

La coma (,) se usa en los siguientes casos:

  1. Para separar los elementos análogos de una serie (palabras, frases u oraciones breves) si no están separados por la conjunciones y, e, o, u: Pedro, Juan, Diego y yo somos paisanos. Bien sea que resulte bueno, malo o mediano.
  2. Para separar miembros independientes de una cláusula, vayan o no precedidos de conjunción.
    Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse.
    Al apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura.
  3. Para separar una orden o súplica del sujeto a quien se dirige:
    Perdone usted que insistamos, señor Pérez
    Amigo mío, sírvase contestarme pronto.
  4. Para separar las palabras incidentales que se intercalan en una oración principal:
    El señor Díaz, nuestro gerente, volverá mañana
    Esto, además, es muy difícil.
    El avión, que llega de París a mediodía, saldrá a la una.
  5. Para indicar la elipsis de un verbo:
    Juan bebía vino; Pedro, agua.
  6. Cuando se invierte el orden regular en una cláusula, y se adelanta lo que había de ir después, se pone coma al final de lo que se anticipa:
    Aunque se ponga al correo ahora, la carta no llegará a tiempo.
  7. Es correcto colocar una coma entre sujeto y verbo en casos de sujeto muy extenso y explicativo.
    Las mujeres que habían madrugado y aguantado a la intemperie las inclemencias de un tiempo infernal, no quisieron cederles el puesto a las que llegaron más tarde.

El punto y coma (;) se usa en los siguientes casos:

  1. Para separar los elementos semejantes de una serie, cuando estos constan de más de una oración y llevan ya alguna coma: Nació en la capital del reino de Laos, cuyo virrey era su padre; se educó en sus escuelas francesas de Hanoi, y fue enviado a completar sus estudios de ingeniería y arquitectura en Francia.
  2. Antes de las conjunciones adversativas mas, pero, aunque, etc, en periodos de alguna extensión.
    Las primeras intentonas revolucionarias fueron aplastadas por el Gobierno, y sus cabecillas sufrieron el martirio; pero dos años más tarde se iniciaba la lucha armada.
  3. Entre dos oraciones enlazadas por una conjunción, cuando sólo se relacionan indirectamente:
    En 1905, el sultán transfirió a Italia la soberanía del territorio por 144.000 libras esterlinas; y fue de la Somalia italiana de donde el mariscal Granziani lanzó su ataque contra Etiopía en 1933.

Los dos puntos (:) se emplean en los siguientes casos:

  1. Cuando la oración que sigue a otra es consecuencia de lo que antecede, o para indicar una enumeración de elementos: No tenía remedio: había que hacerlo así. Tiene cualidades indispensables: rapidez, durabilidad, economía.
  2. Al citar palabras textuales o al ofrecer un ejemplo:
    Bolívar dijo: mis últimos votos son por la felicidad de la patria.
    El prefijo TRI- denota tres elementos: triángulo, tricornio.
  3. Después de las expresiones con las que se da comienzo a una carta, discurso, proclama, manifiesto, etc.:
    Muy señores nuestros:
    Señor presidente, señores y señoras:
    El vocablo que sigue a los dos puntos se escribe con minúscula, a menos que sea un nombre propio.

El punto final (.)

Se usa al terminar una oración completa que no está relacionada con la próxima de forma inmediata.
Se comienza un nuevo párrafo después del punto (“punto y aparte”) cuando se pasa a diverso asunto o a considerar el mismo asunto por otro aspecto.
El punto final va fuera del paréntesis y generalmente fuera de las comillas.

Los puntos suspensivos (...) se emplean en los casos siguientes:

  1. Cuando conviene dejar la oración incompleta y el sentido en suspenso: Serían unos... ¡Bueno!... No sé cuántos serían. Conoce muchos países de América: Chile, Perú, Brasil, México...
  2. En una frase de completo sentido gramatical, para indicar un final inesperado:
    Se citó a junta, se distribuyeron centenares de esquelas y llegamos a reunirnos... cuatro personas.
  3. Cuando al citar un texto se quiere indicar que se omite parte de él, los puntos suspensivos deben ir entre paréntesis o corchetes al comienzo o al medio del texto, al final van solos:
    El nuevo hecho social que aquí se analiza es éste (:..) el hombre vulgar, antes dirigido, ha resuelto gobernar el mundo.

El paréntesis (),

Se usa para encerrar palabras, frases u oraciones aclaratorias o incidentales que interrumpen el sentido de una oración:
Este es (entre otros) un gran defecto en la clasificación.
Como ya les hemos hecho varios despachos (el último fue el 6 de enero), suponemos que tienen a mano suficiente material.

Obsérvese que en el ejemplo anterior la coma, que normalmente se insertaría entre despachos y suponemos, va después del paréntesis. Igualmente, cuando el paréntesis termina la cláusula de que depende; el punto ira fuera.

El guión menor (-) se empela así:

  1. Para indicar que una palabra que se corta al final de un renglón, continúa al comienzo del siguiente.
  2. Para unir elementos (adjetivos, prefijos, sustantivos, etc. ) que entran en compuestos de una nueva formación o que no se registran como palabras simples en los diccionarios Teórico-práctico, económico-social, histórico-crítico, filosófico-teológico

Las comillas (« ») se usan generalmente para encerrar citas extensas de palabras ajenas.

La diéresis o crema (ü)

Se usa para indicar que la letra u se pronuncia en las combinaciones gue y gui: vergüenza, argüir. También se usa en poesía para dar una sílaba más a una palabra, deshaciendo un diptongo:
Que descansada vida
La del que huye del mundanal rüido ( ru-i-do )

4. Observaciones varias

La división de las palabras está sujeta a las siguientes reglas:

  • Al final de un renglón, se puede partir una palabra pasando una o más sílabas completas al renglón siguiente.
  • Un compuesto formado de palabras completas, o de una palabra y un prefijo, se puede dividir separando los componentes.
  • La h entre dos vocales no rompe la sílaba: de-sahu-cio, sahu-merio.
  • Cuando al dividir por las sílabas haya de quedar en principio de línea una h precedida de consonante, se deja ésta al fin del renglón anterior y se comienza el siguiente con la h, así: al-haraca, in-humación, clor-hidrato, des-hidratar.
  • Al dividir una palabra, se evitará dejar una letra sola al final o al comienzo de renglón; así, palabras como ola, frío, etc. No deben dividirse en lo escrito, aunque sean bisílabas.
  • Los signos de exclamación e interrogación deben abrirse y cerrarse. (¿?) (¡!)
Cambios en las conjunciones y,o:
  • La conjunción y se cambia por e cuando la palabra siguiente comienza por i o por hi que no forman diptongo: descolorido e insípido, padre e hijo (en cambio, se dice: estratosfera y ionosfera, agua y hielo, sinalefa y hiato, por haber diptongo en io, hie, hia)
  • La conjunción o se cambia por u siempre que la palabra siguiente comience por aquella vocal o por ho; así se dice: mandar u obedecer, palabra u obra, juez u oidor, ayer u hoy, casa u hogar.


Simplificación ortográfica

Por acuerdo de las academias, se ha autorizado la simplificación de los grupos iniciales de las consonantes en palabras que empiezan con ps, mn, gn-; así se puede escribir psicología o sicología, mnemotecnia o nemotecnia, gnomo o nomo.

También se ha autorizado el uso de tras en vez de trans (trasporte o transporte, etc); sus en vez de subs (sustancia en lugar de substancia, etc.)

Así mismo se ha autorizado el uso de las formas contractas remplazo, remplazar, rembolso rembolsar, oscuro, oscuridad, posdata, posguerra, posproducción, posmeridiano, pospalatal, setiembre, sétimo, suscrito.

Las palabras compuestas van unidas, sin guión ni espacio.

Se recomienda separar las cifras con un espacio en grupos de tres, no es correcto utilizar puntos o comas: $ 123 744 298.

No se acostumbra dividir con punto los años: 1965 (en vez de 1.965) Los años y las décadas se escriben en letras y en singular: la década de los treinta, los años setenta.

Las fracciones decimales, cuando no hay enteros, van precedidas por un cero: $0,60 (60 centavos); 0,25 litros (25 centilitros).

En lo impreso, algunas publicaciones modernas acostumbran escribir con letras los números del uno a nueve, y con cifras del 10 en adelante.

Consultas: Real Academia Española 57-1-3426296
http://www.rae.es/ copiar “Ortografía pdf” y “Diccionario de la Real Academia Española”

www.mincultura.gov.co/eContent/library/documents/DocNewsNo80DocumentNo86.DOC -

martes, 7 de octubre de 2008

Función Social de los Archivos en Colombia

CUAL ES LA FUNCIÓN SOCIAL DE LOS ARCHIVOS EN LA SOCIEDAD COLOMBIANA
En los últimos años y ante el avance tecnológico de la Sociedad, se han experimentado una serie de transformaciones, los cambios en la mentalidad de los ciudadanos, la progresiva alfabetización sobre estos avances, las nuevas políticas gubernamentales; el Estado de Derecho consagrado en las Constitución y substancialmente, el derecho de todo ciudadano de acceso a la información, nos lleva a indagar, cual es la función social de los Archivos en la Sociedad Colombiana.

Al abordar el concepto de Función Social, se encuentra y define como el papel que desempeñan los individuos o grupos en el seno de una sociedad. En toda colectividad existe la división de funciones entre personas o grupos, de modo que cada cual realice una contribución específica al conjunto de la sociedad[1]. El término función tiene distintos significados: puede ser utilizado en el sentido de estatus, profesión, cargo o empleo, designando el conjunto de deberes y responsabilidades de una persona; es también la relación que existe entre dos o varios elementos, teniendo en cuenta que todo cambio que se introduzca en uno de ellos provocará modificaciones en los demás[2].

Ya habiendo un acercamiento al concepto básico de Función Social, es pertinente abordar el tema trascendental, la Función Social de los Archivos en la Sociedad Colombiana, apoyándonos con lo que busca la Universidad de La Salle en su PEUL, en el cual se resalta la importancia, en la cual los futuros profesionales Lasallistas, deben buscar trabajos con impacto social, no queriendo, ni mucho menos dejar de lado o ignorar la Función Social de Archivista, cuyo papel en este sentido aun no es muy claro.

Los Archivos siempre estarán asociados a la búsqueda de la verdad[3], esta afirmación amplia sus fronteras en un Estado tan convulsionado como el Colombiano, en el cual han transcurrido mas de 50 años de conflicto interno, agudizado por crisis económicas, políticas y sociales, tiempos aquellos en los cuales el concepto de archivo, prácticamente era inexistente en la idiosincrasia de la Nación, difícilmente en la actualidad se evidencian avances significativos en la creación de conciencia sobre los Archivos, e igualmente un cambio sustancial en el imaginario de la sociedad, que aún hoy, concibe los Archivos como el arrume de papeles viejos, eso en el mejor de los casos, ya que otros tantos, el concepto de Archivo es inexistente.

Cada sociedad en su tiempo busca interpretar su pasado, darle valor frente al tiempo que se vive y el que se espera para las gentes futuras. Por eso historia se renueva constantemente; cada generación relee testimonios pretéritos con nuevos ojos, según sus propios conceptos y escala de valores[4]. Los archivos de la memoria siempre son susceptibles de novedosas de acuerdo a las inquietudes y necesidades del momento. Por ello su conservación es indispensable y obligatoria, para que sobre los documentos vueltos a pensar pueda el hombre reencontrarse, explicarse presente y trazar su porvenir.

Todo trabajador de archivos debe poseer una amplia cultura que le permita conocer la historia y entender los diferentes campos del saber pues su material objeto de trabajo es universal, como universal es la información que debe guardar, organizar y servir[5]. El ser Archivista simboliza no solo ser el custodio de los documentos para ponerlos a la disposición de los usuarios, sino ser el administrador de la información documental para satisfacer las necesidades de información especializada en los campos administrativo, investigativo e histórico, en el momento conveniente, en el tiempo pertinente y con la mayor eficiencia[6].

Además, se debe tener en cuenta el papel social que desempeñan los archivistas rente la corrupción administrativa. Unos archivos organizados y “blindados” y con los principios éticos de un buen archivista, evitan que los documentos depositados en ellos, puedan ser manipulados para usos indebidos.

La información en la actualidad es el medio por el cual grandes empresarios ganan fortunas sin tener en cuenta el valor que ella significa y que no tiene ningún tipo de respaldo por los gobiernos democráticos de todo el mundo. La ambición de generar cada vez más poder a sobrepasado las barreras de la vida del ser humano y en nuestra legislación actual no existe protección para la persona en común en contra de los actos corruptos y las formas ilegales que se obtiene la información perjudicando en la mayoría de las veces a la vida humana.

Colombia, fundamentada en su Carta Política de 1991 y en la Ley General de Archivos (594 de 2000), propone un procedimiento integral de gestión de documentos para la administración pública y privada, estableciendo la obligatoriedad al Estado de organizar los archivos a todo nivel y a los funcionarios de velar por el cuidado y conservación de los documentos a su cargo. Esta norma, que se basa en los dos enunciados fundamentales de la archivística: el principio de procedencia y el orden original. Disponiendo que todos los archivos del Estado deben organizarse a partir de dichos postulados y sus reglamentaciones, partiendo de los delineamientos de los nuevos métodos y aplicaciones al sistema del ciclo vital de los documentos para un archivo total; a instancias del Consejo Internacional de Archivos, y a las recomendaciones de sus tres últimos Congresos de 1996, 2000 y 2004; de nuestra Carta Política y de la Ley General de Archivos.

A partir de estas necesidades, es obligación dar respuestas y empezar a modificar hábitos; si hasta ahora, se había actuado al final del proceso, “recogiendo” la documentación, era el momento de empezar a trabajar desde el principio, actuando sobre los “productores” de documentos, verdaderas legiones de funcionarios, que hicieron de la copia y la multicopia una práctica habitual.

La falta de una conciencia sobre la necesidad de adoptar componentes que permitan la generación de conocimiento para nuestras propias necesidades, es tal vez el obstáculo que mayor desigualdad produce y una de las causas de nuestra pobreza. La información conservada en los archivos no es considerada un activo social[7]. Conviene distinguir estas funciones de los archivos, desde el ámbito de impacto social, el cual considero es lo que representa la Memoria Colectiva de un pueblo, estas funciones las podemos ver reflejadas en la Educación, la Democracia y la Consolidación de Valores[8].

La Sociedad se encuentra en la era, en que los profesionales de la documentación y la información son al mundo actual, lo que los ingenieros fueron a la era de la industrialización y lo que es hoy de la física a la cuántica[9]; en que se están generando y estableciendo nuevos campos del saber, nuevas disciplinas profesionales, nuevas formas de pensamiento Se trata de que este concepto tan básico sea aplicado a las Ciencias de la Documentación, Información y la Archivística; que su desarrollo corresponda a una realidad concreta en la vida archivística de nuestro país e Iberoamérica, y del quehacer de los archivistas para racionalizar estos cambios en el escenario socio-cultural; económico, jurídico y administrativo.
La archivística moderna se concibe como una disciplina que estudia la naturaleza de los archivos, su organización, los principios para su conservación y los medios para prestar un servicio.

La información custodiada en los archivos tiene un valor y se debe hacer un esfuerzo para que el usuario la valore y de una retribución por ella. De esta manera, para obtener acceso a la sociedad de la información el Estado debe hacer un gran esfuerzo para que todo el conocimiento se distribuya en forma equitativa a todos los niveles de la sociedad[10].

Los Archivistas tienen una responsabilidad social con la comunidad como preservadores de la cultura. Su vocación es ocuparse de la historia, y la cultura es el resultado de un proceso histórico que crece desde la esencia misma de la sociedad, con el ritmo lento de los procesos vitales que estructuran a un pueblo. Procesos que se expresan en documentos, es evidente que los archivos constituyen una herramienta indispensable para la investigación, la educación y la creación de cultura.

Es evidente, que aunque se han logrado avances significativos en materia Archivistica, proceso que no abarca más de 15 años; que las falencias en construcción de conciencia y sentido social sobre los Archivos son notorias, como se menciono en un acápite anterior, ante los archivos, y como archivistas se ha actuado normalmente, en un proceso casi exclusivamente técnico, una labor “mecanizada” que únicamente se encargaba de remediar los desgreños heredados de anteriores administraciones.

A través de la historia, el estado tampoco contribuyo para intentar reversar esta situación, esta como antecedente de gran interés para la sociedad archivista, el acontecimiento en el cual, los presos del entonces Panóptico Nacional, fueron los encargados de “reconstruir” una parte de los archivos históricos de la nación; actualmente, en el fondo esta situación no se ha modificado, cuando las labores de organización, de los Fondos Acumulados, se entrega a personal poco capacitado para el desempeño de estas labores, el cual no tiene el sentido de la labor que esta realizando, y cuya consecuencia se resume en proyectos finalizados en forma mediocre y técnicamente mal realizados, aunque no con esto, se pretenda satanizar y exponer de forma peyorativa la labor que desempeñan los auxiliares de archivos, los motores en esta labor, ellos, solo son el resultado, en muchos casos, de la escasa generación de mentalidad social de los Archivos y la labor del Archivista, de sus jefes inmediatos, quienes realmente son los llamados a cumplir a cabalidad esta labor.

Las entidades y asociaciones Archivistitas, tampoco escapan a esta responsabilidad, aunque es bien sabido, que la falta de legislación, entidades y asociaciones que regulen el ejercicio de la labor, la creación de un Tribunal Nacional de Ética Archivistica, el cual en sus funciones debe contener la concepción de parámetros que indiquen, y de alguna forma exijan, la claridad de la Función Social de los Archivos en la Sociedad Colombiana a los Archivistas y al imaginario colectivo de la sociedad.

CARLOS ENRIQUE BALLESTEROS AMAYA


BIBLIOGRAFIA


BELTRÁN, Miguel. Ciencia y sociología. 2ª.ed. Madrid: Siglo XXI.

BRAUDEL, Fernand. La historia y las ciencias sociales. Madrid: Editorial Alianza, 1986. 222 p.

ZAPATA, Carlos Alberto. Los archivos como activo estratégico para la investigación. En: II Encuentro de archivos e investigación. (Bogotá, 19 al 21 de Noviembre de 2002).

GUERRERO, Javier. Etnias, educación y archivos en la historia de Colombia. Colección memoria de historia. Bogotá, 1995. Pág.

· VALLEJO SIERRA, Ruth Elena. I Foro virtual el futuro del archivista profesional. [término de búsqueda: función social de los archivos en Colombia]. [en línea]. Bogotá: Sociedad Colombiana de Archivistas 2006. [consulta: 2008-04-28]. p. 1.

· PALACIOS PRECIADO, Jorge. Los archivos y la investigación. En: Memorias del primer encuentro de archivos e investigación. (Medellín, octubre 13 al 15 de 1993).

· LINARES COLIMBIE, Radares. Ciencia de la información: su historia y epistemología. Bogotá: Rojas Eberhard Editores Ltda. , 2005.

· El Nuevo Rol del Archivista en: La gestión del conocimiento y los archivos, valoración documental. XII Seminario Memorias. Bogotá, 2004.

[1] BELTRÁN, Miguel. Ciencia y sociología. 2ª.ed. Madrid: Siglo XXI. Pág. 20.
[2] BRAUDEL, Fernand. La historia y las ciencias sociales. Madrid: Editorial Alianza, 1986. 222 p.
[3] ZAPATA, Carlos Alberto. Los archivos como activo estratégico para la investigación. En: II Encuentro de archivos e investigación. (Bogotá, 19 al 21 de Noviembre de 2002). Pág. 2
[4] GUERRERO, Javier. Etnias, educación y archivos en la historia de Colombia. Colección memoria de historia. Bogotá, 1995. Pág. 223.
[5] Ibíd. Pág. 223.
[6] VALLEJO SIERRA, Ruth Elena. I Foro virtual el futuro del archivista profesional. [término de búsqueda: función social de los archivos en Colombia]. [en línea]. Bogotá: Sociedad Colombiana de Archivistas 2006.[consulta: 2008-04-28]. p. 1.
[7] PALACIOS PRECIADO, Jorge. Los archivos y la investigación. En: Memorias del primer encuentro de archivos e investigación. (Medellín, octubre 13 al 15 de 1993). Pág. 27.
[8].Ibíd. Pág. 2.
[9] LINARES COLIMBIE, Radares. Ciencia de la información: su historia y epistemología. Bogotá: Rojas Eberhard Editores Ltda. , 2005. Pág. 30.
[10] El Nuevo Rol del Archivista en: La gestión del conocimiento y los archivos, valoración documental. XII Seminario Memorias. Bogotá, 2004.